Días complicados en El Campillo debido a las inundaciones por la lluvia

El de ayer fue un día duro en la zona residencia de El Campillo, situada entre Úbeda y Torreperogil, donde cada nueva racha de lluvia se convierte en un serio problema para los muchos vecinos que tienen allí su vivienda. Algunos de ellos se pusieron en contacto con IDEAL y aseguraron que estaban pasando miedo, pues no veían tanta agua desde las inundaciones de hace unos años. Hubo quien no pudo salir ni entrar con su coche debido al barrizal y a las auténticas riadas formadas entre las viviendas.

Aspecto de las calles en  "El Campillo"

 Los habitantes del lugar hablan de «inundaciones» en toda regla, las cuales se repiten desde hace demasiado tiempo y parecen no encontrar solución aunque se hayan hecho algunas intervenciones en la zona. Achacan estos hechos a las obras de la autovía realizadas por encima de la urbanización, pues desde que comenzaron todas las aguas de lluvia se recogen y canalizan, desembocando en las calles de El Campillo, donde no hay infraestructuras suficientes para desviar y desaguar tal cantidad de caudal.

Calles de El Campillo convertidas en ríos

 «Dejadez»

 Así, estos días de fuertes precipitaciones están siendo caóticos para muchos vecinos, quienes denuncian «abusos» y «dejadez» por parte de las administraciones. Según afirman, las medidas que se han tomado hasta ahora (muros, canalizaciones, etcétera) son insuficientes para resolver el problema, pues no dan abasto para liberar unas aguas que antes iban por su cauce natural. Incluso ciertos propietarios han hecho obras por su cuenta, como muros para evitar que las riadas entren en las parcelas y casas, pero en la mayoría de los casos sirven de poco. Con ello, cada vez que empieza a llover temen que, además de los problemas citados, vuelvan a producirse daños graves como ya ocurrió hace unos años.

 De esta forma, piden al Ayuntamiento que, de una vez por todas, tome cartas en el asunto y se ponga en contacto con los responsables de las obras de la autovía para buscar una solución definitiva a este problema y a los que lleva aparejados. Y es que, además, las calles y caminos están en un pésimo estado pues, aunque se arreglen, en cuanto llueve vuelven a estropearse porque el agua arrastra todo el material de superficie dejando a su paso grandes socavones y surcos.