El voto favorable del PSOE en el pleno de ayer favoreció la aprobación inicial de la propuesta del PP para la modificación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) que permitirá que el matadero de pollos de la empresa Hermanos Alameda se quede donde está. La idea es integrar las instalaciones en el entorno y que se tomen las medidas correctoras que eliminen vertidos, ruidos y olores, todo ello condicionado al mantenimiento de los puestos de trabajo.
Robles muestra una recreación sobre la eliminación del impacto visual. |
Con esta medida, que aparca de momento el traslado del matadero a la carretera que une Úbeda y Baeza, algo en lo que se ha venido trabajando durante años, se pretende resolver un problema que, según el equipo de gobierno, lleva «enquistado» más de dos décadas. Y es que, la reordenación urbanística de la factoría permitiría legalizar su permanencia y modernización en su ubicación de la salida hacia Linares, frente al hospital San Juan de la Cruz y la urbanización Las Vaguadas.
Puestos de trabajo
El alcalde explicó en su día que el principal objetivo es el mantenimiento de todos los puestos de trabajo y, a la vez, buscar una solución para los vertidos y los malos olores que soportan desde hace años los vecinos y el centro hospitalario, todo ello teniendo en cuenta la actual situación. «Lo que haya pasado de aquí para atrás es algo que hay que tener en cuenta pero para aprender de los errores, y ahora lo que nos interesa es el futuro en base a la realidad actual», manifestó.
De esta forma, habló «del sustento de más de 100 familias de forma directa y el de otras 200 de forma indirecta». Y junto al mantenimiento de la plantilla y la eliminación de molestias, comentó que también es preciso mejorar la imagen de una de las principales entradas a la ciudad.
Robles declaró que el sector inmobiliario está parado y que, ante las escasas previsiones de crecimiento de la ciudad por ese sector, «no tiene sentido impedir que puntualmente en esa zona haya una autorización para una industria agroalimentaria». Con ello también aludió a que la empresa tendría serios problemas para trasladarse a otro lugar pues debido a la crisis del ladrillo no podría obtener con los terrenos actuales los beneficios necesarios para reinvertir en un nuevo matadero.
Medidas correctoras
Junto a la recalificación, se obligará a Alameda a tomar las medidas oportunas para evitar los ruidos y malos olores y a implantar un sistema de depuración que acabe con los vertidos incontrolados y prohibidos al saneamiento y, desde allí, a los cauces públicos. Sobre esto último, el concejal de Urbanismo, Luis María Jiménez, manifestó en su momento que «la técnica hoy ofrece soluciones», algo que quizá antes no ocurría, aunque precisarán de una importante inversión.
Asimismo es preciso reorganizar las unidades de ejecución del lugar y disponer de zonas verdes y vegetación circundantes, a modo de barrera, para que las instalaciones no causen impacto en el entorno urbano. Y muchas de estas cuestiones tendrán que contar con el beneplácito de otras administraciones, como es el caso de la Junta de Andalucía.
No gusta a los vecinos
Esta decisión no ha gustado a los vecinos del entorno y a otros muchos ciudadanos de la localidad, quienes no entienden este giro después de tantos años de trámites y conversaciones para sacar la factoría del casco urbano y llevarla a la carretera Úbeda-Baeza, una demanda que viene de largo por los problemas que causa, sobre todo por malos olores y por los vertidos.
Al respecto, la Federación de Asociaciones de Vecinos La Loma de Úbeda (FAVU) mantuvo en la tarde de ayer una primera toma de contactos con los responsables de la Asociación Vecinal Las Vaguadas, residencial directamente afectado por este tema, para tratar la permanencia del matadero junto a sus casas. No se descartan movilizaciones de protesta.
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