miércoles, 14 de mayo de 2014

El Ayuntamiento agotará «todas las vías legales» para defender el trabajo de las 400 familias que dependen del matadero

El alcalde de Úbeda, José Robles, respondió a las críticas de la oposición municipal tras la publicación en el Boletín Oficial de la Provincia de Jaén del plazo de alegaciones del convenio sobre el matadero de pollos de Inasur (antes Alameda), pese a que no prosperó en pleno. Algo que calificó de «necesario» puesto que va a hacer todo lo que esté en su mano, desde el punto de vista legal, para mantener en funcionamiento la empresa y, con ello, evitar el despido de 200 trabajadores directos y otros 200 indirectos.

Como explicó, amparado en la ley de procedimiento administrativo común, se publica en el Boletín de la Provincia, independientemente de lo acordado en el pleno. «Voy a agotar todas las vías que me da la ley» para seguir con el procedimiento y, «como no puede ser de otra forma, la última palabra la tendrá el pleno».

Robles apeló a la conciencia de los concejales para que «valoren este asunto, lo maduren y vean que la única forma de apoyar el empleo en Úbeda es apoyar a las empresas que lo crean». Recordó que Inasur trabaja en la puesta en marcha de las medidas correctoras para la eliminación de olores, la reducción del impacto visual y la eliminación de vertidos «mientras llegan tiempos propicios para su traslado definitivo».

Todos piensan lo mismo 

Porque, como aseguró, su posición es la misma que la de la oposición. «El objetivo final será el traslado de la empresa fuera del casco urbano», pero la situación económica actual no lo permite. Oponerse ahora a llevar a cabo las medidas correctoras es, en su opinión, «condenar al cierre a la empresa y echar a la calle a sus trabajadores». Un traslado que deberá ser gradual porque, insistió, «cerrar las puertas de la empresa hasta que se produzca el traslado hace que pierda posición en el mercado». 

Lamentó que los concejales de la oposición no sean capaces de ver cómo funciona el sector empresarial, algo que achacó a que muchos de ellos «viven continuamente del presupuesto de las administraciones y no conocen el mundo real». «No podemos dar patadas en la espinilla de forma permanente a las empresas que crean empleo y riqueza», aseguró. Por lo que esta publicación es «un paso más, permitido por la ley, para ver qué alegaciones hay y cómo se pueden subsanar». 

Robles aseguró que se va a «dejar la piel» para mantener los puestos de trabajo (que afectan a unas 200 familias de forma directa y casi 200 de forma indirecta) y la última palabra la tendrá el pleno. «Vamos a salvar todos los escollos para conseguir el mantenimiento de los puestos de trabajo», y esa voluntad «no me la va a quitar nadie, ni cejaré en el empeño». Porque, como resaltó, «si se siguen poniendo trabas al mantenimiento de la empresa, llegará el día en que lamentemos su cierre y los únicos culpables serán los miembros de la oposición».

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